El hallazgo de diez nuevas especies de insectos y arácnidos en el Parque Nacional Llullaillaco, en la región de Antofagasta, es uno de los principales resultados que entregó la primera fase de recolección de datos del mayor inventario nacional de biodiversidad aplicado en Chile.
La iniciativa es parte del Sistema Integrado de Monitoreo de Ecosistemas Forestales Nativos de Chile (SIMEF), que se desarrolla con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Estado chileno y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). La ejecución del proyecto está a cargo del Instituto Forestal (INFOR), en estrecha colaboración con la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN).
Las nuevas especies identificadas en la zona norte del país corresponden a arácnidos de las familias Bothriuridae, Mummuciidae y Ammotrechidae, mientras que los insectos pertenecen a nuevos elementos de las familias Tenebrionidae (Coleoptera) y Tettigoniidae (Orthoptera).
El descubrimiento fue realizado por investigadores del Instituto Forestal (INFOR) y la Universidad de La Serena, mediante una metodología de trabajo diseñado en el marco del proyecto SIMEF y aplicación diversas técnicas de muestreo.
Gerardo Vergara, investigador de INFOR, aseguró que “este hallazgo es muy relevante ya que no se puede realizar una conservación efectiva de nuestra biodiversidad asociada a los recursos vegetacionales, si no se conocen las especies que componen nuestro capital natural”.
“La identificación y descripción de estas nuevas especies nos permite entender mejor el rol que cumplen en el funcionamiento de los ecosistemas. Sólo en la medida que conozcamos qué especies tenemos y dónde habitan, comprenderemos cómo las afectan los procesos como el cambio climático”, explicó Vergara.
Jaime Pizarro-Araya, académico e investigador del Laboratorio de Entomología Ecológica (LEULS), de la Universidad de La Serena, indicó que “Esta metodología nos permitió identificar a lo menos 10 nuevas especies para Chile, y obviamente para la ciencia. En este sentido, llama la atención la particular morfología de algunos ortópteros (Insecta: Orthoptera) y escorpiones (Arachnida: Scorpiones). Entre los ortópteros destacan algunos ejemplares que pensamos se trata de una nueva especie de una subfamilia de amplia distribución en Sudamérica”.
Inventario de biodiversidad
El inventario de biodiversidad que lleva adelante el proyecto SIMEF, es el primero que se realiza en el país con una cobertura nacional y enfocada en las categorías de mamíferos, artrópodos (animales invertebrados), reptiles y aves, asociados a los ecosistemas vegetacionales nativos terrestres del país.
“Actualmente el país no posee datos a nivel nacional de mamíferos, artrópodos, reptiles y aves asociados al bosque nativo y formaciones xerofíticas, por lo que esta iniciativa es una oportunidad única y valiosa de contar con este tipo de información, a través de una metodología eficiente y consistente en el tiempo”, destacó el Dr. Vergara.
En esta primera fase, la recolección de datos ha sido levantada principalmente en áreas del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE), los que permiten contar con lugares poco alterados y con gran biodiversidad para la recolección de datos.
Eve Crowley, representante de la FAO en Chile, añadió que “con la implementación de este inventario de biodiversidad, el país está respondiendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en particular, al desafío de gestionar sosteniblemente los bosques, combatir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad”.
“El trabajo que realiza el SIMEF es una contribución que permite avanzar hacia el desarrollo sostenible del sector forestal, ello desde una perspectiva socioeconómica y ambiental, fortaleciendo la seguridad alimentaria y nutricional de todos aquellos que viven y trabajan en los bosques nativos de Chile”, destacó Crowley.
Fernando Aizman, gerente de áreas silvestres protegidas de CONAF, indicó que “las relaciones colaborativas de trabajo son muy importantes. A través de nuestro reglamento de investigación científica en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, respondemos preguntas básicas que requerimos para mejorar nuestra gestión pública de conservación. En este caso, información de línea de base de biodiversidad para una buena definición de objetos de conservación de las áreas protegidas”, explicó
El trabajo de recolección de datos de línea base para el mayor inventario nacional de biodiversidad, comenzó en marzo de este año en la macro zona norte de Chile, entre las regiones de Arica y Parinacota y Coquimbo focalizándose en la Áreas de Alto Valor de Conservación. Posteriormente, la recolección se extenderá al resto del territorio nacional.