La visita permitió conocer la “Ruta de los arrieros”, un circuito de enorme belleza escénica, rica biodiversidad y las tradiciones ancestrales de los crianceros de la montaña maulina.
 
Un equipo multidisciplinario de profesionales del Instituto Forestal (INFOR)-organismo adscrito al Ministerio de Agricultura-  realizó una expedición de cuatro días y tres noches a la Laguna del Achibueno para estudiar formas de potenciar este circuito como destino turístico de carácter patrimonial y científico.
 
El recorrido, que fue organizado por la oficina del INFOR Maule, contó con la participación de su encargado regional, Víctor Barrera, el Seremi de Medio Ambiente de la Región del Maule, Pablo Sepúlveda; y el estudiante del Doctorado en Ciencias Botánicas de la Universidad de Concepción, Pedro Carrasco, entre otros, quienes pudieron conocer en terreno las potencialidades turísticas de una zona de gran belleza natural, patrimonial y científica como es la cuenca del Achibueno en una cabalgata por la llamada “Ruta de los arrieros” que se inició en Monte Oscuro.
 
Al respecto, Barrera manifestó que “queremos potenciar una propuesta de turismo de mayor nivel en esta zona que tiene características especiales para atraer a quienes gustan del rescate patrimonial y las tradiciones; así como para quienes gustan de la ciencia y hasta los deportes extremos. Por cierto, lo haremos realizando un plan de promoción responsable, pues siempre debe predominar el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad”.
 
“Gracias al apoyo del Gobierno Regional y sus recursos podremos generar un circuito de nivel internacional donde los visitantes vean como conviven arrieros y deportistas, además de científicos y antropólogos. Y eso no todos los rincones de Chile lo pueden ofrecer”, concluyó el encargado regional de INFOR.
 
Una biodiversidad impresionante
 
Por su parte, el Seremi de Medio Ambiente, Pablo Sepúlveda, aseguró que su participación en la cabalgata le permitió conocer mejor el área del Santuario de la Naturaleza donde se iniciará un proceso trascendente para su cuidado y preservación. “Era importante visitar el lugar donde se aplicará el Plan de Manejo, el que ya está licitado y contratado por el Ministerio de Medio Ambiente, y donde se avanza en el inicio del proceso de gobernanza. He aquí dos hitos que garantizarán desarrollo sustentable a este maravilloso rincón de Chile”, sentenció el Seremi.
 
En tanto, el estudiante de Doctorado en Ciencias Botánicas de la Universidad de Concepción, Pedro Carrasco, realizó un levantamiento de flora vascular que servirá para generar un estudio detallado de las comunidades arbóreas y florales existentes en diversas áreas del Achibueno, y para crear infografía que será dispuesta en distintos sectores de la precordillera con el fin de que los visitantes sepan qué tipo de vegetación encontrarán en la ruta.
 
“Quedé impresionado con el entorno y su rica biodiversidad. No sólo es un lugar mágico en lo florístico y arbóreo, sino también en lo geográfico. Recabamos mucha e importante información, la que nos servirá para generar una tabla con las especies reportadas, las familias a las que pertenecen y los grados de conservación en las que se encuentran, entre otros antecedentes”, aseguró.
 
Una expedición trascendente
 
Cabe recordar que la cabalgata, que se inició en Monte Oscuro y finalizó en Laguna Achibueno, estuvo a cargo de una de las familias de arrieros más emblemáticas del Maule Sur, el clan Gangas Parada, y de Maxi Ruíz, uno de los principales promotores de la cordillera linarense, quien también es parte del equipo de la Municipalidad de Linares encargado de supervisar el ingreso de turistas a ese sector.
 
En ese contexto, los miembros de INFOR y el resto del equipo aprovecharon esta visita para instalar señalética con la ubicación de las principales atracciones naturales de la cuenca del Achibueno y sus alrededores, así como letreros que instan a los visitantes a no hacer fogatas y otros para que traigan la basura que ellos generan durante su estadía. De hecho, los miembros de la expedición recolectaron seis sacos de basura, en su mayoría botellas y latas de cervezas, las que fueron dejadas por turistas que visitan la zona.