El proyecto consideró el análisis de imágenes satelitales con el fin de determinar tendencias en el NDVI (normalized difference vegetation index) máximo en renovales de roble de la Cordillera de Los Andes entre las regiones del Maule y Los Ríos (período 2001-2018). Se encontró que existe una tendencia al aumento en el NDVI (verdor) desde los 38o S al sur, la cual se atribuyó al desarrollo de los bosques y no a un efecto del cambio climático sobre la productividad. Se analizó además el crecimiento en ancho de anillos de nueve renovales de roble a lo largo del transecto latitudinal durante las últimas décadas. Al evaluar este crecimiento, se encontró que en la mayoría de los sitios (donde los árboles tienen menos de 80 años) existía una tendencia negativa que está dada por el cierre del dosel. En el caso de los dos sitios de la Región del Maule, en los cuales los árboles tienen más de 160 años y no hay tendencia en el crecimiento influenciada por la competencia, no se encontró una tendencia negativa durante décadas recientes. Esto indica que las condiciones más secas y calurosas no han causado aún un efecto en los bosques creciendo en estas zonas. Al analizar la relación entre el crecimiento en cada uno de los sitios y las variables de precipitación y temperatura máxima durante décadas recientes, se encontró una relación positiva y significativa con la precipitación anual en los sitios del norte. Hacia el sur, las correlaciones se hicieron más fuertes con la lluvia de primavera y de verano. Las correlaciones con las temperaturas máximas fueron siempre negativas y no fueron significativas en todos los sitios estudiados. Es decir, el crecimiento de roble aumenta con una mayor precipitación y disminuye con mayores temperaturas de verano, lo cual indica que el cambio climático proyectado para el centro-sur de Chile tendrá efectos negativos en el crecimiento de la especie.

En este estudio se evaluó además el efecto de las sequías sobre el crecimiento de la especie a través de índices de resiliencia ante estos eventos. Los principales resultados muestran que la tolerancia a la sequía fue alta en los rodales del Maule, pero también en rodales de los Ríos creciendo en buenos sitios. La tolerancia fue la más baja en un rodal de esta misma Región creciendo en un sitio más restrictivo y con ataque de insectos. Es decir, la tolerancia a las sequías estaría relacionada con las condiciones de sitio, más que con el clima regional.

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