La eficacia y efectividad de los métodos de restauración son objeto de discusión a nivel mundial. Recientemente, Holl et al. (2017[1]) efectuaron un meta análisis de 166 iniciativas de restauración con el objetivo de responder sobre la recuperación de los ecosistemas en términos de abundancia, diversidad biológica y faunística, así como determinar la influencia de factores como uso del suelo y la precipitación, entre otros variables que inciden en el éxito de estas iniciativas. Al respecto concluyen que en muchos de los trabajos analizados los ecosistemas boscosos se recuperan rápidamente con una mínima intervención humana, destacando que la restauración pasiva debería reconocerse como una opción de restauración viable, además de menos costosa. Los autores (op cit) indican que los métodos de restauración activos deben adaptarse cuidadosamente a la resiliencia del bosque y en función de esta, asignar los recursos requeridos para restaurar. Incluso, recomiendan esperar unos años para observar la tasa y la dirección de la recuperación natural, antes de invertir en los esfuerzos de restauración activa. En efecto, los recursos para la restauración activa deben evaluarse en relación con el uso anterior de la tierra, la resiliencia natural del sistema y los objetivos específicos de cada proyecto. La restauración se debe planear cuidadosamente, y debe hacer uso de métodos de monitoreo sencillos de implementar, repetibles que permitan recolectar datos fácilmente y que estos datos permitan evaluar la eficacia de los métodos utilizados. En tal contexto, al analizar los ítem de fomento del Fondo de Conservación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo de la Ley N° 20.283, se observa que éste contempla bonificación para las actividades de siembra directa destinadas a: (i) favorecer la regeneración, recuperar o proteger formaciones xerofíticas de alto valor ecológico o bosques nativos de preservación; (ii) obtención de productos no madereros; y (iii) establecimiento de regeneración y protección en el manejo y recuperación de bosques nativos para producción maderera. No obstante, el uso de la siembra directa es escaso y no se registran bonificaciones por este concepto. Al respecto, se necesita investigación que permita ponderar efectivamente el valor y utilidad de esta herramienta, por cuanto constituye un método relativamente simple de restauración asistida, pero que carece de suficientes antecedentes para comparar objetivamente su eficiencia y efectividad respecto de otras medidas de restauración de mayor intensidad y costo. En tal contexto el proyecto propone evaluar la efectividad de la siembra directa como herramienta para el establecimiento de especies nativas, en el ámbito de la restauración de bosques de preservación, dañados, del tipo forestal roble-hualo de la región del Maule. En términos específicos se pretende:

Analizar la efectividad de las técnicas de restauración (pasiva y activa), desde la perspectiva de la abundancia, diversidad y uso anterior del suelo.
Desarrollar protocolos técnicos que mejoren la germinación y crecimiento en terreno de las plántulas establecidas mediante siembra directa en el tipo forestal roble-hualo.
Contrastar y cuantificar la utilidad y conveniencia de la siembra directa frente a alternativas tradicionales de establecimiento (restauración activa) y otras prácticas de baja intervención (restauración pasiva).
Proponer una tabla de valores de costos actualizada y analizar su pertinencia como instrumento de fomento.

Metodológicamente la propuesta considera la implementación de ensayos de terreno, en áreas de alto valor de conservación de Forestal Mininco (Hualos de Loanco) y de Forestal Arauco (Constitución) en los cuales se contrastan parcelas con: (i) diferentes variaciones de la técnica de siembra directa; (ii) terrenos excluidos, sin siembra pero con preparación de suelo y eliminación de regeneración exótica; (iii) situaciones de plantación. Las comparaciones se efectuarán en términos de parámetros técnicos (germinación, establecimiento, supervivencia, crecimiento) y económicos (costos de establecimiento). Transcurrido 36 meses, como resultado de la investigación se espera dilucidar información para mejorar eficiencia de la técnica de siembra directa, en términos de procedimientos como el uso de legados biológicos, preparación del sitio, selección de especies, oportunidad de siembra, etc., que aumenten la germinación y el establecimiento exitoso de las plántulas. También se espera obtener información para hacer comparaciones objetivas en términos de eficiencia técnica y económica de la siembra directa en relación a plantación y exclusión de terrenos, con el objeto de apoyar las decisiones de restauración de los ecosistemas. Por último, se espera obtener una tabla de costos que sirva como orientación para la modificación de las tablas oficiales de bonificación asociadas a la Ley 20.283.

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